Ultimamente hablo mucho de este tema con mis clientes y la mayoría coincide que prefiere el formato presencial.
Para mí también es mi formato preferido, será porque es el que llevo trabajando durante 28 años pero hay que entender que la formación en remoto también tiene muchas ventajas.
Lo que sucede es que tanto alumnos como docentes tenemos que adaptarnos. Imaginarnos que estamos en presencial y actuar exactamente igual; con el mismo nivel de concentración y foco alejados de distracciones del entorno así como las derivadas de notificaciones de correo, whatsApp, etc y llamadas que, durante una formación presencial no atenderíamos hasta la pausa.
Una vez pulido estos y otros aspectos, la formación en remoto permite a empresa una reducción de costes considerable. En muchos casos los económicos derivados de desplazamientos, alojamientos, comidas, dietas etc. así como los de tiempo. Sobre todo cuando tienes un equipo des-localizado geográficamente y debes desplazarlo hasta el lugar de formación.
La formación presencial en remoto, tiene esas grandes ventajas, que compensarán siempre que los asistentes estén con el foco 100% en ella. Y aquí nos queda mucho camino que recorrer.
Para los formadores, también nos permite reducción de tiempos en desplazamientos y la flexibilidad de poder conectarte desde cualquier lugar.
Este fue el caso de esta sesión de la formación con el equipo de Sicnova. Esta modalidad presencial en remoto, me permitió combinar vacaciones y trabajo disfrutando con el equipo de una sesión 100% practica de llamadas telefónicas.